Estilos de crianza: descubre cómo lo estás haciendo

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Tener un hijo no es una tarea fácil y educarlo/criarlo… mucho menos. Si bien los padres siempre queremos lo mejor para nuestros pequeños, tenemos que tener en cuenta que nuestra forma de ser y de actuar tienen una gran influencia en la mayoría de los aspectos de su desarrollo, y los estilos de crianza que se nos presentan son muchos y muy diversos.

Cuando nuestras habilidades y comportamientos de educación/crianza son óptimos para nuestros hijos, logramos tener un efecto positivo en su autoestima, su desarrollo cognitivo y su comportamiento.

Debemos saber que el estilo educativo que usemos a la hora de criar a un hijo no sólo determinará esto, sino que también tendrá un efecto positivo o más dramático a la hora de establecer una relación con ellos.

estilos de crianza

 

El origen de los estilos de crianza

Varios estudios a lo largo de los años demuestran que, como padres, educamos/criamos como lo han hecho con nosotros. Sin embargo ¿Cómo identificar que algo está fallando? ¿Cómo podemos darnos cuenta de que, tal vez, no somos los “grandes padres” que creemos ser? ¿Cómo podemos cambiar nuestra forma de ser y de actuar en beneficio de nuestros hijos?

Bien, existen cuatro estilos educativos, también llamados estilos de crianza que han sido estudiados por la psicóloga del desarrollo Diana Baumrind. A principios de los años sesenta, ella investigó de manera detenida a más de 100 niños en edad preescolar, observándolos y entrevistando a sus padres. Sus estudios dieron pie a lo que hoy conocemos como estilos de crianza o educativos.

En su momento, Baumrind estudió cuatro aspectos que consideraba importantes: calidez y nutrición, estrategias disciplinarias, estilo de comunicación y expectativas de madurez y control. Según la psicóloga, los niños desconfiados e infelices tenían padres controladores y poco afectuosos, los dependientes tenían padres cálidos que no ponían límites y los autosuficientes y felices tenían padres exigentes pero comunicativos.

Basándose en estos estudios, nacieron los cuatro estilos de crianza o básicos parentales. Nosotros sumaremos un quinto, que es el que se plantea en estos días como un método no tradicional, la Educación/Crianza Moderna.

Cada estilo educativo tiene diferentes características, así que a continuación les dejaremos una lista que para que los comprendan mejor.

 

Estilos de crianza: cuáles son y cuáles son sus características

 

estilos de crianza

 

  1. Autoritaria
  2. Negligente/Indiferente
  3. Permisiva
  4. Democrática
  5. Moderna

 

1. Estilos de crianza: Estilo autoritario

Está basado en la disciplina severa, donde son los padres lo que establecen las reglas y esperan que sus hijos las sigan, sin excepción.

Dentro de los estilos de crianza se lo conoce como estilo de crianza militar porque se utilizan reglas muy estrictas fomentadas en la obediencia.

Los padres que emplean este estilo son controladores, dan poco apoyo y son propensos a castigos, amenazas e incluso pueden ejercer la violencia. A pesar de que los niños siguen las reglas la mayor parte del tiempo, suelen desarrollar problemas de autoestima ya que sus padres no tienen en cuenta sus sentimientos y emociones.

También pueden convertirse en pequeños agresivos u hostiles, que no saben tomar decisiones y resolver problemas. Estos niños suelen tener un buen desempeño académico, pero corren el riesgo de desarrollar habilidades sociales pobres.

Está considerado como un estilo de crianza negativo.

 

2. Estilos de crianza: Estilo negligente o indiferente

En este caso, los padres no están implicados en la crianza de sus hijos, por lo que no les brindan el apoyo que ellos necesitan y tampoco sirven de guías.

No son demostrativos ni disciplinarios, básicamente, no prestan atención a sus pequeños. Este estilo es muy perjudicial para los hijos ya que la conducta de sus padres (ausentes) tiene un fuerte impacto negativo en su desarrollo que no sólo se manifiesta en su juventud, sino también en su adultez.

Los padres indiferentes ponen en riesgo no sólo la salud emocional de sus hijos y su autoestima, sino que también causan serios problemas psicológicos sus relaciones interpersonales.

 

3. Estilos de crianza: Estilo permisivo

Si bien puede parecer un buen estilo parental, a la larga puede traer consigo consecuencias emocionales serias.

Los padres permisivos tratan de proteger a sus hijos de incidentes dañinos así que no establecen ningún estándar para el comportamiento de sus pequeños y son muy tolerantes.

Se caracterizan por ser poco firmes y tener poco control sobre la situación. La mayoría de los niños que crecen en bajo este estilo de crianza tienden a tener un bajo rendimiento académicamente, y pueden presentar problemas de comportamiento (probablemente no harán caso a la autoridad y las reglas).

A menudo tienen baja autoestima y pueden experimentar tristeza. Son lo que hoy en día se plantea como niños caprichosos y consentidos.

 

4. Estilos de crianza: Estilo democrático

Es considerado uno de los estilos educativos más saludables para la crianza de los hijos. Si bien este tipo de padres suelen ser firmes, también brindan el apoyo y cariño que sus hijos necesitan.

Establecen límites pero considerando el punto de vista de su pequeño. Son los que explican las consecuencias en vez de aplicar castigos.

Emplean el refuerzo positivo usando sistemas de elogios y recompensas. Los niños que fueron criados bajo este estilo educativo tienden a ser más felices y exitosos. También, suelen ser buenos para tomar decisiones y tienen una mayor autoestima. De mayores son responsables y se sienten cómodos expresando sus opiniones.

 

5. Estilos de crianza: Estilo moderno

Se define como un estilo o forma de vida, más allá de ser considerado un método o sistema para la crianza de un niño.

Si bien a primera vista puede parecerse al estilo democrático, se diferencia principalmente de todos los estilos ya que, en este, la mirada es “niño-céntrica” y no “adulto-céntrica”, es decir, los padres son considerados guías/ejemplos y el seguimiento al niño es fundamental en todos sus aspectos.

Bajo esta forma los padres consideran al niño como una persona que posee los mismos derechos que un adulto, lo que fortalece los lazos de igualdad, respeto y unión. En este método no tradicional los niños son acompañados respetuosamente y siempre desde el amor, generando confianza, para que se sientan seguros, amados y comprendidos.

Los padres promueven la educación basada en los ritmos naturales de los propios niños sin insistir en que adquieran conocimientos o se desarrollen cognitivamente y fisiológicamente de forma apresurada.

Los límites no punitivos son un aspecto vital ya que se emplea la disciplina positiva, siendo firmes y lejos de la violencia y sistemas de recompensas. Los niños que son criados bajo este estilo educativo son felices y muy seguros de sí mismos, además de tener una autoestima alta.

Tienden a ser personas empáticas y respetuosas con el resto. Expresan sus opiniones cómodamente y su concepto de familia es muy fuerte.

 

Estilos de crianza: la revolución educativa

 

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Desde que el estilo de Educación/Crianza Moderna surgió, ha sido considerado como una revolución educativa ya que hace fuertes críticas a los estilos anteriores que se basan en las necesidades de los padres en vez de las de sus hijos.

En esta propuesta educativa se valora la calidad de vida del niño, por lo que ellos recibirán la atención y el afecto que necesitan sin estar condicionados a los ritmos que los adultos marcamos. Se trata de pasar más tiempo en familia procurando que la actividad principal no sea a través de un dispositivo móvil sino a través de actividades verdaderamente interactivas.

También busca que los niños desarrollen la capacidad de hacer frente a la imprevisibilidad del mundo real y aprendan a conocerse a sí mismos desde pequeños.

 

Estilos de Crianza: La receta perfecta no existe.

 

Debemos tener en cuenta que la edad a la que las personas se vuelven padres afecta de manera importante a la elección de los estilos educativos.

Recordemos una frase al principio de este artículo:

“Como padres, educamos/criamos como lo han hecho con nosotros”.

Por lo tanto algunas personas estarán más o menos abiertas a probar métodos no tradicionales.

Cualquiera que sea el caso, lo cierto es que no existe una forma que resulte perfecta e infalible para criar a un hijo. Es esencial entender que somos los guías de criaturas únicas e irrepetibles, con una personalidad especial y distinta a la de cualquier otro ser, por ello solo queda disfrutar del proceso, además de activar las opciones que se adapten a las necesidades del pequeño y de la familia, procurando la armonía o su bienestar emocional.

Siempre decimos que una familia no es mejor que otra por las decisiones que toma en el cuidado de sus hijos, sino que cada una sabe qué es lo que mejor les resulta.

Así que sea como fuere que quieran educar/criar a sus hijos, si están acá leyendo esto, es porque alguna vez les picó el bichito de la duda.

Si tenés alguna duda o querés conocer más sobre este u otros temas suscribite a nuestro blog y seguinos en nuestras redes sociales.


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