Cada vez hay más padres que apuestan por una alternativa a la crianza tradicional, más cercana al apego, a los ritmos naturales de sus hijos, más consciente y respetuosa. Para variar, es normal que este tipo de crianza alternativa, como es el caso de la crianza moderna que veremos hoy, no sea aceptada por la mayoría, empezando por familiares que critican y siguiendo por los amigos que juzgan.

A veces el cambio o traspaso de lo tradicional a lo moderno suele darse a medida que los hijos crecen, otras veces sucede desde el embarazo y para muchos, pasa a partir del nacimiento.

Y es que hasta que no tenemos en nuestros brazos a nuestros pequeños, a veces no sabemos realmente cómo reaccionaremos ante ellos.

Bien, hoy en día hay varios nombres que salen a la luz cuando hablamos de tipos de crianza moderna.

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Crianza Fisiologica. En la vida hay cosas que se pueden planificar, organizar y diagramar… pero tener un hijo rompe un poco con todo eso.

Cuando uno no tiene hijos sólo puede imaginar cómo sería tenerlos. Escuchamos lo hermosos que son los bebés y, si bien sabemos que será agotador y desafiante, nada en la vida nos prepara para lo que sucede cuando nacen.

Empecemos por no dormir, llanto constante y sin causa aparente. Eso ya nos pone nerviosos. Ni hablar de las inseguridades de los primerizos “¿lo estaremos haciendo bien?”.

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Está muy de moda hablar sobre los límites y el respeto que los niños deben tener con sus padres. De hecho es totalmente normal pedirle a nuestros hijos que se comporten y respeten tanto a familiares, amigos, compañeros, vecinos como a cualquier otra persona se nos cruce. Pero, si damos vuelta la cosa… ¿qué pasa con el respeto que deben tener todos los adultos hacia los niños? Hablemos entonces de la Crianza Respetuosa.

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Crianza Natural, ¿de qué se trata? ¿De qué hablamos cuando hacemos referencia a ello?

Muchas veces escuchamos a los padres primerizos decir: “yo pensaba que siempre iba a hacer A y cuando nació mi primer hijo terminé haciendo B”.

La sociedad, la cultura y el estilo de vida que llevamos nos hacen pensar y tener ciertas expectativas a la hora de criar a nuestros pequeños. Sin embargo, cuando un hijo nace, a veces todo lo que pensamos que íbamos a hacer, cambia.

Y si, es que pasa esto: no es lo mismo lo que uno piensa, a lo que a uno le nace.

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En este artículo vamos a contarte acerca de la crianza con apego y cómo puede cambiar tu manera de vincularte con tus hijos/as.

Los miedos y las inseguridades de los padres primerizos son casi siempre los mismos, lo diferente son las reacciones. Mientras hay algunos padres que dejan llorar a sus hijos, otros los toman en brazos. Mientras algunos padres duermen separados de sus hijos, otros hacen colecho con ellos. Mientras algunas madres quieren establecer una lactancia materna exclusiva, otras prefieren dar la leche de fórmula.

Si te sentís identificado con esto y sos uno de esos padres que se dio cuenta de que “dejarlos llorar” no es una opción, tal vez estés aplicando la crianza con apego y nunca lo supiste.

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Tener un hijo no es una tarea fácil y educarlo/criarlo… mucho menos. Si bien los padres siempre queremos lo mejor para nuestros pequeños, tenemos que tener en cuenta que nuestra forma de ser y de actuar tienen una gran influencia en la mayoría de los aspectos de su desarrollo, y los estilos de crianza que se nos presentan son muchos y muy diversos.

Cuando nuestras habilidades y comportamientos de educación/crianza son óptimos para nuestros hijos, logramos tener un efecto positivo en su autoestima, su desarrollo cognitivo y su comportamiento.

Debemos saber que el estilo educativo que usemos a la hora de criar a un hijo no sólo determinará esto, sino que también tendrá un efecto positivo o más dramático a la hora de establecer una relación con ellos.

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El tema del destete es bastante controversial, ya que lo primero que las madres se preguntan cuando sus hijos comienzan con la alimentación complementaria es ¿A qué edad deberíamos comenzar con el destete?

Todavía no sabemos si la pregunta surge de las madres o si es el entorno el que comienza a presionar/preguntar cuándo dejaremos de amamantar a nuestros hijos.

La duración de la lactancia materna es una decisión de cada madre y de su hijo. A menos que haya una situación de emergencia que interrumpa esto, nadie más que ellos deberían opinar sobre esto.

Desde nuestra experiencia entendemos que sólo debería interrumpirse si una de las partes ya no se siente cómoda, ya sea la madre o el lactante. El destete debería realizarse de la forma más respetuosa posible.

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En este artículo vamos a explicarte cómo podés hacer para extraer tu leche de manera manual mediante la técnica Marmet. Se trata de la técnica de extracción más conocida y más usada en todo el mundo.

Uno de los tantos miedos que tienen las mujeres antes de dar a luz es ¿Qué pasa si el bebé no se prende a la teta?

Y luego de dar a luz las dudas siguen: ¿Qué pasa si mi bebé se acostumbra a la mamadera y después rechaza mi pecho?, ¿Mi cantidad de leche será suficiente o se quedará con hambre?, ¿Cómo voy a alimentarlo cuando tenga que volver al trabajo?.

Si, lamentamos informarles que las dudas y miedos de las madres primerizas no dejan de existir. Incluso cuando los “bebés” ya son adolescentes o forman su propia familia, nosotros, sus padres, seguimos teniendo miedos y dudas.

“¿Será feliz con este trabajo?”, “¿Funcionarán sus proyectos?” y la típica que no escapa a ningún padre: “¿Habrá llegado bien?”.

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